también es cuestión de hábitos
Es frecuente encontrar valor en ser productivos, optimizar tiempos y obtener rendimientos exponenciales. Pareciera que valoramos nuestros avances y progresos en base a los resultados que podemos medir. Esto favorece ampliamente nuestra línea de carrera. Lo importante es cuidar nuestro bienestar integral en ese camino. Por eso, “ser en el hacer” también es cuestión de hábitos.
Sentir que nuestros resultados nos definen puede provocar, en ocasiones, grandes satisfacciones. Cuando estamos motivados por el logro y la superación personal, obtener resultados es como cruzar una línea de llegada en primer lugar.
Sin embargo, en otras oportunidades, los niveles altos de exigencia, el perfeccionismo y la aversión al fracaso pueden generar sensaciones incómodas o desagradables como frustración, angustia, agobio, enojo y ansiedad.
Una mirada del mundo científico
Según la Organización Mundial de la Salud, “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Si bien este concepto es de mitad del siglo pasado, su vigencia es contundente. Priorizar el bienestar integral ya no es algo holístico y destinado a unos pocos. Es una urgencia en los tiempos que corren. Es una cuestión de salud.
El bienestar implica sensación de satisfacción y tranquilidad, por definición. Para alcanzarlo, es necesario contar con hábitos que cultiven el autocuidado, que aumenten la apreciación personal y que favorezcan el estilo de vida que anhelamos para nosotros.
Estos hábitos positivos son los que nos ayudarán a mantener un balance emocional y óptimo funcionamiento cognitivo, dos pilares fundamentales de la salud mental. El estado de ánimo, determinado por nuestras emociones de base, junto con la claridad de nuestras habilidades cognitivas forman los cimientos para nuestro desempeño cotidiano.
Lograr un buen desempeño en dichos hábitos nos permitirá
- Entrenar la inteligencia emocional
- Aumentar la empatía, la compasión y el altruismo
- Incrementar la resiliencia
- Mejorar la gestión del tiempo
- Garantizar la satisfacción personal y profesional
- Acrecentar nuestro rendimiento laboral
- Aprender de nuestros errores
- Favorecer las relaciones interpersonales
- Ejercitar la asertividad
- Progresar en la comunicación efectiva
Cuando nos ocupamos de nuestro bienestar estamos conectando con nuestra esencia. Con esa autenticidad e integridad que nos define. Con nuestro Ser en su estado más puro.
Suponer que esto se trata de una visión holística es negar lo que la misma neurociencia del bienestar confirma. Cultivar el ser es el primer gran paso para garantizar una equilibrada salud mental.
Si nosotros dejamos de lado las habilidades blandas y sólo nos ocupamos de entrenar habilidades técnicas, podremos tener un gran desarrollo en lo profesional. Sin embargo, todos estos logros se podrán ver limitados por la falta de liderazgo: en nosotros mismos, en los demás y en las oportunidades. No contaremos con recursos para adaptarnos a los cambios, ser flexibles en ambientes VICA (volátiles, inciertos, cambiantes y ambiguos), tener agilidad mental, habilidades para la rápida resolución de problemas y agudeza para la toma de decisiones en condiciones adversas.
A continuación, tendremos una lista con 10 hábitos positivos porque “Ser en el hacer” también es cuestión de hábitos.
Los 10 hábitos positivos* son:
- Practicar Mindfulness y entrenar el enfoque atencional.
- Estar en contacto con la naturaleza y favorecer momentos de despeje mental a través del ocio
- Realizar actividad física para la salud corporal y para aumentar las hormonas del bienestar
- Tener una higiene del sueño adecuada para que el descanso sea reparador
- Mantener una alimentación saludable para cuidar cuerpo y mente
- Tomar agua para mantenerse hidratado y brindar condiciones de funcionamiento óptimas para nuestro cerebro
- Jugar juegos de ingenio para entrenar la flexibilidad cognitiva y la rapidez mental
- Compartir tiempo de calidad con familiares o amigos
- Conectar con el propósito y la razón de ser para darle sentido a lo que hacemos
- Llevar una bitácora de emociones para aumentar el conocimiento de uno mismo
Cada uno podrá crear su propia lista de hábitos positivos. Si bien esta no es una lista acabada, ni mucho menos, es un gran punto de partida para evaluar cómo estamos conectando con nuestro ser, con nuestra esencia.
Algunas preguntas reflexivas para comprender por qué “Ser en el hacer” también es cuestión de hábitos
- ¿Cuántos hábitos positivos destinados a nutrir el bienestar practicamos?
- ¿Cuánto tiempo le dedicamos a este tipo de actividades?
- ¿Cuál es la prioridad que tienen en nuestro día a día?
- ¿Qué tan seguido nos permitimos disfrutar de no hacer nada productivo?
Siempre es un buen momento para revisar cuáles son los hábitos que deseamos para nuestro día a día. En definitiva, somos la suma de nuestros hábitos. Entrenarlos nos permitirá alcanzar la calidad de vida que merecemos y el estilo de vida que soñamos. Paso a paso, se podrán ir incorporando los que faltan para que ese estilo de vida deje de ser un anhelo para convertirse en la rutina de todos los días.
Si todavía no sabes por dónde empezar, te invito a que veas mi curso de creación de hábitos positivos en Platzi. Allí encontrarás un gran kick-off. Y, ¡recuerda! el mejor día para empezar es hoy.
Andrea Alessio
Neurocoach Profesional
* Estos hábitos están avalados por investigaciones de la neurociencia del liderazgo y aplicada al comportamiento humano. Si es de tu interés, puedes buscar artículos en revistas científicas o contactarme para ampliar la información. manager@instituteofneurocoaching.com
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