Primeros en la oficina, últimos en salir; los adictos al trabajo son aquellas personas que se sienten en la obligación de pasar la mayor parte de su vida en el trabajo. Hoy más que nunca cuando las tecnologías nos acercan de la oficina de manera virtual, es muy fácil caer en la tentación de seguir conectado a través de su celular.
Los workaholic pasan más de 10 horas diarias en sus oficinas, llevan sus computadoras de vacaciones si es que logran tomar ese tiempo y no logran desconectarse inclusive cuando están en sus casas. Si bien la dedicación al trabajo brinda grandes beneficios tanto para la organización como para el individuo en lograr grandes metas en un corto plazo, aumentando la competitividad en el mundo laboral, por otra parte el comportamiento excesivo y compulsivo puede llevar consigo un desequilibrio en la vida social y personal. Si le regala tiempo a la empresa, estará robándole tiempo a su vida personal y familiar.
Los factores que llaman a las personas en quedarse tantas horas en el trabajo pasan por una creencia cultural de que ser un buen profesional es poner en prioridad su trabajo sobre su vida personal. En Europa y EEUU, el concepto hacia el trabajo ha variado pasando a ser más respetuoso de lograr las metas en los horarios formales. Los empleados deben de superarse en las horas reglamentarias y no pueden realizar horas extras.
Como lograr un equilibrio de vida:
- Cultura de los horarios: Exija a su personal salir en sus horas y no hacer horas extras. La metas deben de ser alcanzadas en el tiempo requerido. Es probable que si no se logra exista un problema de causa raíz entre las metas y el tiempo.
- Planifique su vida social y familiar: haga planes con la familia, comprométase con sus amigos y oblíguese a atender estos eventos. Si su vida profesional es organizada, puede lograr la misma satisfacción usando las herramientas de planificación en su vida personal.
- Pasión: Búsquese hobbies que requieran de dedicación como el deporte, tocar un instrumento y que le obligue a practicar, sacándolo de su rutina laboral excesiva.
- Desconéctese: Use dos celulares, uno para el trabajo y otro de manera personal. Solo así podrá apagar su herramienta de trabajo sabiendo que seguirá conectado de su entorno personal.
- Cambio: Cambiar sus hábito no es sencillo cuando proyectó por mucho tiempo una imagen. Declare a sus colegas su cambio para no generar expectativas que lo podría hacer recaer. Sea un modelo a seguir y conviértase en un gran líder en su organización, logrará una mejor aceptación en sus seguidores.
Mauricio Bock, profesor de Centrum
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